En los círculos publicitarios es muy conocida una historia escrita en la pared de la agencia Saatchi&Saatchi en Buenos Aires y que muestra bastante bien la importancia de las buenas historias.
Se ve que en el hall de dicha agencia, cuando uno entraba, podía leer una anécdota supuestamente ocurrida a un creativo de la agencia. Contaba que un redactor publicitario, camino a su trabajo, atravesaba todas las mañanas el Central Park y dejaba una moneda en el sombrero que un mendigo había puesto a sus pies, junto al cual había un cartel en el que se leía SOY CIEGO. Un día, rumbo a la agencia, el redactor le dijo al ciego: hoy no te voy a dejar una moneda, hoy voy a escribir algo en tu cartel. Al atardecer, el redactor, al volver a cruzar el parque rumbo a casa, le preguntó al ciego cómo le había ido durante la jornada. Ha sido increíble, le contestó, me han llenado el sombrero de monedas; dime una cosa: ¿qué has puesto en el cartel? SOY CIEGO Y HOY COMIENZA LA PRIMAVERA, le contestó el redactor.
Un solo añadido de carácter contextual había convertido un simple dato en un relato capaz de emocionar y despertar la compasión -y las moneditas- de los transeúntes.
El periodismo cuenta o debería contar historias de verdad. La publicidad y las relaciones públicas cuentan historias de mentira o medias verdades. Pero en el fondo las tres profesiones hacen lo mismo: contar. Esta bitácora quiere ser un espacio de reflexión sobre las nuevas y viejas formas de contar historias del periodismo, la publicidad, las relaciones públicas y el sector audiovisual en general.
lunes, 30 de mayo de 2011
"Soy ciego y hoy comienza la primavera", otra historia de éxito
Etiquetas:
narración,
periodismo,
publicidad,
relaciones públicas,
storytelling
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